Si yo brillo, todo alrededor de mí brillará. Es tiempo de compartir mis talentos y dejar huella.
En estos tiempos que estamos viviendo, lo primero que salta a la vista son los cambios.
Con esta experiencia de estar en “pausa” casi por ocho meses y contando, nos ha llevado, a muchos de nosotros, a empezar a ver nuestra vida de manera diferente.
Una de las experiencias que es seguro que nos pasó, es que la vida se detuvo y su ritmo empezó a caminar más lento, dándonos la oportunidad de voltear a vernos. De vernos hacia nuestro interior como un chequeo de realidad…nos guste o no lo que vimos.
Nos cuestionamos: ¿Cuál es mi misión? ¿Que vengo hacer aquí por mi paso por la tierra?
Ahora, la invitación que te hago es que busques dentro de ti, y reflexiones sobre las cosas que no has hecho, los talentos que no has utilizado, los sueños truncados.
Y te preguntes: ¿Qué estoy esperando? Muchas son las excusas que nos pondremos, hoy no hablaremos de eso.
A donde quiero dirigir tu atención es a tu brillo, en esto es donde hay que trabajar en estos momentos.
Sal del clóset, apuéstate a ti misma, a ti mismo, abre las brechas, no esperes a otros, no te rijas por el tiempo de otros, crea tu visión, experimenta tus talentos.
Si tomas tu lugar en el mundo empezarás a brillar, esta acción contagia e influye sin que te lo propongas a tu alrededor.
Sin darte cuenta estás poniendo tu gotita de arena para mejorar y aumentar la frecuencia de nuestra comunidad.
Todo empieza contigo, acción con acción, talento con talento, palabra con palabra, no rompas la sinergia.
Muéstrate, Compártete, Brilla…
Si no es ahora ¿cuándo?
Si no es aquí ¿dónde?
Si no eres tú, entonces… ¿quién?