Un encuentro con nuestros jóvenes

¡Hola comunidad de BAPSI dándole la bienvenida a la primavera!

Queriéndoles compartir, que en esta pasada semana tuve el gran gusto de ser invitada a dar una conferencia a jóvenes después de la pandemia, fue una experiencia muy interesante y titulé la conferencia “Emociones y yo”

Mi público eran chicos entre 15 y 21 años y como parte de la conferencia me encanta hacer investigación, puesto que, qué mejor que ellos que están viviendo esta etapa de adolescencia y juventud pueden aportarnos sus experiencias. Lo primero que les preguntamos fue ¿Qué problemas veían ellos en la actualidad como jóvenes en el área metropolitana? y nos compartieron una gran cantidad de respuestas, lo cual lo resumimos en las siguientes tres respuestas como principales:

  1. Ansiedad
  2. Abuso, acoso sexual, bullying y prepotencia
  3. Depresión 

La segunda pregunta que hicimos fue con qué problemas físicos se estaban encontrando ellos ahorita para mi gran sorpresa sus respuestas fueron:

  1. Insomnio
  2. Trastornos alimenticios
  3.  Dificultad para aprender y para concentrarse

La tercera pregunta se refería a que dificultades tienen o que es lo que más les preocupaba en su área mental. 

  1. Pensamientos sobre el futuro en donde el resultado es que fracasan, que no van a poder, que no son suficientes. 
  2. Pensamientos acerca de sentirse solos en el mundo y con mucho miedo a no tener éxito, llegando a la conclusión de que mejor no existo. 
  3. Pensamientos principalmente de inseguridades acerca de su cuerpo, acerca de su capacidad para lograr cosas, de no ser aceptados por sus familias, llevándolos a sentirse derrumbados. 

A continuación, seguimos investigado con la pregunta ¿Cuáles son las emociones densas y las emociones ligeras que más sientes o visitas? 

Densas

  1. Enojo
  2. Tristeza
  3. Miedo 
  4. Culpa 

Ligeras

  1. Alegría
  2. Amor
  3. Paz 

Y aquí yo me quede pensando cuando me contestaron las emociones ligeras, si realmente las sentían o si eran las que en su fantasía eran las que quisieran aprender a sentir, definitivamente aquí ya no hubo tiempo para indagar más. 

La última pregunta que hicimos fue si ellos tenían alguna práctica espiritual y cuáles eran. 

  1. Estar un tiempo a solas 
  2. Practicar alguna actividad como caminar o correr
  3. Meditación
  4. La oración en las personas que son más religiosas

De verdad y con gran sorpresa les comparto que me llamaron mucho la atención las respuestas como insomnio y trastornos alimenticios en estos chicos a tan corta edad y eso me preocupa, porque no es bueno para su calidad de vida. 

En cuanto a las emociones que más visitan y sus pensamientos, me alarmó y me dolió en mi corazón el que se sintieran solos, con gran tristeza que los lleva a pensar en desaparecer o que pueden ser reemplazables.

Realmente nos estamos dando cuenta que el grado de sensibilidad que tienen estas chicas y chicos es muy grande y que de alguna manera no están sabiendo cómo poderla manejar. Creo fervientemente y les invito a  que cada quien desde donde está ponga su granito de arena en escucharlos, considerarlos y verlos y no minimizar esta gran inseguridad que sienten con respecto a su autoestima. Sabemos que en la etapa de desarrollo en que se encuentran gran parte puede ser desde sus hormonas, sin embargo, la otra gran parte es desde sentirse escuchados, vistos y acompañados. 

Se me hizo importante compartirles esta experiencia para aumentar nuestro nivel de conciencia y ayudar desde lo posible a nuestros jóvenes a tener una autoestima más balanceada y sana. 

¡Cuenten con nosotros en este proceso y transformación!

¡Hasta la próxima!

Abrazos, Rozario.

Un encuentro con nuestros jóvenes

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